martes, 5 de febrero de 2013

Clavos en el corazón

Por Toni López



Existe un cuento precioso acerca de como somos capaces de dañar a las personas que queremos, acerca de esas huellas negativas que dejamos en la gente que nos ama, cuando nuestro comportamiento no es el adecuado. Había una vez un niño, que tenía muy mal carácter, ofendía a sus más allegados, se mostraba huraño y siempre estaba de mal humor. Un buen día su padre, como terapia para corregir su actitud, le dio una bolsa con clavos y le dijo que, cada vez que perdiera la calma y ofendiera a alguna persona, debería clavar un clavo en una madera situada en la cerca de casa. El niño fue clavando distintos clavos cada vez que perdía el control sobre si mismo. Poco a poco, pasó el tiempo y el niño se fue calmando, ya no era tan impulsivo y era capaz de controlar sus emociones, tanto que, ya no tenía que colocar ningún clavo. Su padre, entonces le dijo, que cada vez que sintiera haber controlado alguna actitud negativa y lograra mantener la calma, volviera a la cerca para sacar un clavo de los que antaño había clavado. Los días pasaron, y un buen día el joven sacó todos los clavos. Muy contento, fue a su padre a darle la fenomenal noticia. Su padre lo llevó a la cerca y dijo: - Mira hijo, has hecho bien... pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca de la casa... la madera ya nunca será la misma de antes... Cuando dañas a alguien querido, dejas una cicatriz en las personas igual que estos agujeros. Puedes pedir disculpas y arrepentirte de corazón, pero la herida, al igual que los agujeros de la madera, siempre estarán ahí.

5 comentarios:

  1. És una història preciosa. Té molta raó, aunque demanes perdó eixe dolor, eixos forats sempre romanen en el cor.

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  2. Em pareix una reflexió de la vida molt bonica i amb molta raó. Abans de fer mal, pensa les coses.

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  3. Aquesta història és bonica, preciosa... La meua opinió és que té molta raó perquè quan a una persona li fas eixe dolor que conta aquesta història, encara que després perdones, t´arrepentisques, mai es por quedar la consciència tranquil·la, ja que com diu aquesta història, la ferida sempre estarà ahí, en el cor.

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  4. M'agrada aquesta història perquè ens explica que no s'ha de fer mal a ningú, encara que alguna persona t'estiga emprenyant.Perquè sinó no seràs feliÇ.I també ens enseny a disculparnos i a penedir-nos.

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  5. Pense que aquesta història et fa recapacitar i pensar en totes les cosses males que has fet en la vida i que t'agradaria eliminar. Malgrat açò crec que totes les persones hem posat un clau alguna vegada, ja que ningú és perfecte, però en aquesta vida s'ha d'intentar no possar claus.

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